INTRODUCCIÓN
Carabanchel Alto es un barrio muy activo en actividades de salud comunitaria. La Mesa de Salud1 de este barrio es un espacio de referencia donde surgen actividades y proyectos para trabajar con la comunidad por la cantidad de entidades colaboradoras que participan.
Es un barrio con una población envejecida y en la que muchas mujeres se encuentran en situación de soledad no deseada. Una de las asociaciones del barrio, la Asociación Cultural de Carabanchel Alto (ACCA)2 solicitó a la Mesa de Salud una actividad relacionada con la salud. Como respuesta, se propuso hacer un trabajo para conocer sus activos de salud y los recursos de salud de Carabanchel Alto.
OBJETIVOS
El objetivo principal de la actividad fue identificar los activos y recursos de salud del barrio de Carabanchel Alto y, como objetivos secundarios, se buscó fomentar la lectura como recurso de salud y potenciar la figura de la mujer.
MÉTODOS
Participantes
La ACCA acoge a más de 100 mujeres con edades comprendidas entre 60 y 95 años. Muchas de ellas se encuentran en situación de soledad no deseada y en torno a un 60% está adquiriendo nociones básicas de lectura, escritura y matemáticas. En la actualidad, además es un punto de encuentro en el que se fomenta la socialización y la cultura (visitan museos, hacen excursiones y otras actividades de ocio y tiempo libre fuera del espacio habitual). En esta actividad participaron un total de 25 mujeres de 75-91 años de edad con distintos niveles educativos, desde el más básico de lectoescritura hasta algo más avanzado con capacidad para escribir pequeños textos.
Recursos
- Personales: la actividad fue dinamizada por dos enfermeras de los centros de salud del barrio, un enfermero interno residente (EIR), una médica interna residente (MIR), dos trabajadoras sociales, una dinamizadora del Plan Comunitario de Carabanchel Alto3 y la directora de la biblioteca del barrio.
- Temporales y espaciales: la actividad se llevó a cabo en una de las aulas del CEIP República Dominicana con una duración de 3 horas aproximadamente.
- Materiales: se utilizaron folios y rotuladores, papel continuo, revistas, tijeras y pegamento, cartulinas y el libro de Ángeles Mastretta Mujeres de ojos grandes (Seix Barral, Barcelona, 2000).
Desarrollo
Dadas las características expuestas de las participantes, hubo que hacer una adaptación metodológica para facilitar la participación de las que tenían dificultades de lectoescritura. Para ello, se dividieron grupos con participantes de distinto nivel de lectoescritura. Además, cada grupo era supervisado por una de las profesionales que impartían la actividad, ayudando con la ortografía y guiando todo el proceso para el buen desarrollo de la actividad. Asimismo, se utilizaron recortes de revistas y periódicos para mostrar lo que les aportaban los activos de salud y de esta manera nos ayudábamos de las imágenes y el dibujo para evitar la escritura y que se sintieran más cómodas y se animaran a participar.
La actividad se dividió en tres partes (figura 1):
- La primera consistió en una tormenta de ideas sobre los recursos y activos del barrio que conocían las participantes. Se fueron escribiendo en un papel continuo que colocamos en la pizarra de la clase.
- En la segunda, las participantes formaron pequeños grupos de unas 5-6 personas. Eligieron un recurso del barrio y lo representaron en una cartulina en forma de collage, con imágenes y texto que recortaron de unas revistas.
- En la tercera, la directora de la biblioteca del barrio leyó unas palabras sobre el impacto positivo de la lectura en la salud. A continuación, una de las enfermeras leyó un fragmento del libro Mujeres de ojos grandes4. Dicho libro se compone de pequeñas historias que hablan de mujeres mexicanas en las que el destino de la mujer está reducido a la vida familiar, pero la autora les concede un resquicio para la rebeldía, ironía, sueños y valentía. Se leyó en voz alta un fragmento que trataba sobre una mujer que, a pesar de estar casada con un hombre rico y querido por el pueblo, no es feliz con su vida rutinaria y se enamora de otro hombre. Cuando volvía de un encuentro con su amante, se cruza con el coche de su marido y, al sentirse culpable, decide avergonzada confesarle su aventura. Se acerca a su coche y se da cuenta de que él va acompañado de otra mujer. Entonces decide callar y continuar con su aventura. Las participantes escribieron finales alternativos de la historia y las compartieron con el resto del grupo.
RESULTADOS
Participaron el 100% de las asistentes, no hubo ningún abandono de la actividad. Se dividieron en cinco grupos de cinco personas cada uno, con supervisión de un profesional, lo que favorecía la integración de todas las participantes de los grupos y su colaboración por igual en las actividades. Las mujeres con mayor nivel en lectoescritura se encargaron de redactar la última parte de la actividad.
Las participantes reconocieron como activos de salud: la Biblioteca Luis Rosales, el Centro de Mayores Francisco de Goya, la vivienda propia, el Pinar de San José, las iglesias Nuestra Señora Virgen del Rosario y San Pedro, la Casa de la Cultura, el parque de las Cruces, los polideportivos La Mina e Islazul, la Residencia Duquesa de Tamames y la ACCA. Además, comentaban las razones por las que consideraban activos de salud cada una de ellas.
En la segunda parte de la actividad, cada uno de los grupos hizo un collage del recurso de salud común utilizando dibujos que hacían ellas mismas y con recortes de periódicos y revistas. Representaron: la ACCA, el parque de las Cruces, la biblioteca, el Centro de Mayores Francisco de Goya y la iglesia de San Pedro.
Tras la lectura del fragmento del libro, se les proporcionó 10 minutos para escribir un final alternativo de la historia. Se escribieron un total de cinco finales alternativos (uno por grupo), que se expusieron en voz alta y se debatieron con el resto de los grupos.
Además, nos aportaron puntos de escucha para difundir contenidos y actividades de referencia para esta franja etaria, así como claves para hacer atractivos otros recursos de salud para potenciar la vinculación de las personas mayores a los mismos y para que los vivencien como activos de salud. Por ejemplo, una de las participantes propuso que se impartieran talleres de forma periódica en el Centro de Mayores Francisco de Goya sobre temas que les interesen (dolor de huesos, preparación de un botiquín, higiene de manos, etc.), ya que es un punto de encuentro de muchas personas mayores y en un horario en el que coinciden la mayoría de ellos.
Ejemplo de final alternativo de uno de los grupos:
«Los coches se cruzaron, ella vio la cabeza de una mujer, pero siguió su camino hasta casa. Cuando se vieron, ella, sintiéndose culpable, le fue a confesar su falta, pero en el último momento se arrepintió porque su orgullo se lo impidió. En cambio, le comunico lo que ella había visto en el coche. El marido juró y perjuró que iba a dejar a su amante. Ella lógicamente no se lo creyó y ambos siguieron cada uno por su lado, siendo felices los cuatro».
DISCUSIÓN
Fue una experiencia muy gratificante. Con esta actividad conseguimos acercarnos a la población mayor y conocer su historia. Además, se creó un ambiente de confianza en el que las participantes se sintieron libres de compartir sus experiencias y reflexiones. En la última parte de la actividad en la que se inventaron los finales alternativos de la historia, nos sorprendieron con un pensamiento más liberal y reivindicativo de la mujer de lo que cabría esperar para su edad, formación recibida y situación socioeconómica.
Cuando se hacen actividades con este colectivo, es importante tener en cuenta los condicionantes de aprendizaje y la situación de inequidad que han sufrido las mujeres mayores, fruto de que el sistema educativo al que accedieron fue excluyente y con desigualdades estructurales. Hay que adaptar las actividades, favoreciendo su expresión y comunicación en grupo a través de la dinamización de sus propias intervenciones, haciendo hincapié en contenidos emocionales y experienciales, adaptando los formatos a sus necesidades y favoreciéndoles el protagonismo de la acción educativa5.
Trabajar sobre recursos de salud del barrio de forma grupal y con personas de la misma edad y mismo nivel socioeconómico y cultural facilita que se transformen en activos de salud para ellas. De esta manera, se fomentan las relaciones sociales y la participación en actividades de ocio, además de mejorar su nivel académico mediante clases de lectoescritura y cálculo. Con ello, se promueve su autonomía y se potencia su autoestima. En la Comunidad de Madrid se ha trabajado con mujeres mayores de distintos barrios, como es el caso del Puente de Vallecas, cuyo centro municipal de salud comunitaria (CMSc) de referencia organizó un taller de urbanismo feminista en el espacio Medialab6. De la misma forma, se impartió una actividad en el barrio de Salamanca bajo el titulo Taller de Vínculos y Memorias, perteneciente al Proyecto Senes y con la colaboración del Espacio de Igualdad Elena Arnedo7. Lo que diferencia nuestra actividad de las nombradas anteriormente es que son los profesionales de las distintas entidades las que se trasladan al espacio donde se reúnen las mujeres, de forma que son ellas las que nos reciben, y el hecho de estar en su entorno y no tener que desplazarse hace más accesible su participación en la actividad.
Como conclusión, consideramos que el contacto con las distintas entidades fuera del ámbito del trabajo permite establecer un vínculo de confianza para una futura atención en estas entidades y nos da claves para mejorar la relación con nuestra población diana.
Mª DE LA ENCARNACIÓN GARCÍA-MONTÓN PULIDO
14-06-23
Los profesionales de la salud siempre estamos al lado de los más desfavorecidos y los más débiles.