Fortaleciendo el rol de la Revista Comunidad en la promoción de la salud y la salud comunitaria

Rose¹ sugirió que, para la salud poblacional, es más apropiado buscar un cambio general en las normas y los valores sociales, que facilitan implementar medidas para la salud, que intentar cambiar comportamientos individuales. Por eso necesitamos asumir como claves del trabajo de la atención primaria de salud y la salud pública la promoción de la salud (PS) y la acción comunitaria para la salud.

La Revista Comunidad inicia una nueva etapa con el compromiso de reforzar su papel como referente en promoción de la salud y salud comunitaria. La salud pública y el bienestar de las comunidades necesitan que se difundan las buenas prácticas y los hallazgos que hacen posible el avance del conocimiento en este campo.

Nuestra revista surgió del Programa de Actividades Comunitarias en Atención Primaria (PACAP) hace 27 años, de la mano de pioneros en la salud comunitaria, como una iniciativa divulgativa sobre las experiencias y los proyectos innovadores en atención primaria de salud que tuvieran una orientación comunitaria.

La Revista Comunidad hoy es una revista de calidad consolidada que publica manuscritos originales y otras modalidades de trabajos que tienen como finalidad generar conocimiento para mejorar la atención comunitaria, difundir la investigación, la innovación y los modelos de buenas prácticas en la salud comunitaria. Además, tenemos como vocación ser un espacio de referencia para promover el diálogo y el debate entre todas las partes interesadas en la acción comunitaria para la salud.

Si la promoción de la salud² se define como el proceso que permite a las personas incrementar el control sobre su salud para mejorarla, la educación para la salud y la creación de entornos que apoyen la salud y el bienestar son dos pilares clave para conseguirlo; pero sin la participación social y la reorientación de los servicios de salud no podríamos cerrar coherentemente el círculo de la PS. El enfoque de PS tiene que estar basado en el empoderamiento, la inclusión, la equidad y la participación significativa; el objetivo es responder con un mundo más saludable y beneficioso para todas las personas, y actuar ante los retos de los determinantes sociales, comerciales, ecológicos y digitales de la salud³.

Para todo ello, necesitamos recapacitar de forma sistemática y rigurosa sobre lo que significa la alfabetización en salud, entendida como el conocimiento y las competencias personales que se acumulan con la experiencia y las interacciones sociales. La alfabetización en salud comunitaria es clave para aumentar los activos relacionados con el conocimiento, la confianza y las prácticas culturales mediante las conversaciones y los diálogos de los grupos y los colectivos comunitarios⁴. Así, el conocimiento lego alimenta al científico y viceversa.

Cuando trabajamos en un proyecto para incidir en la mejora del estado de salud de una comunidad o de un colectivo, estamos fomentando la salud comunitaria⁵ y cuando nos disponemos a potenciar la acción comunitaria, buscamos la dinamización de las relaciones sociales de cooperación entre las personas de un determinado ámbito o espacio de convivencia⁶.

Las teorías, los marcos conceptuales, los métodos y los resultados de los procesos comunitarios para la salud y el bienestar son contenidos relevantes y de alto interés para ser publicados en la Revista Comunidad.

En los últimos años, desde la Revista Comunidad, y también desde otras muchas publicaciones, se ha puesto de manifiesto la necesidad de enfoques integrados y comunitarios para abordar los desafíos en el ámbito de la salud pública. Las estrategias de promoción de la salud y la intervención comunitaria han sido cruciales para controlar la propagación de enfermedades transmisibles y no transmisibles, y para reforzar el papel crucial de las comunidades más afectadas, incluyendo en ellas a los servicios de salud y a los sociales, educativos, culturales, deportivos, y otros. Así nació la Alianza de Salud Comunitaria, en la que está integrada la semFYC, que es una red de entidades que agrupa a varias sociedades profesionales, organismos de salud pública, servicios sanitarios, universidades, fundaciones y centros de investigación que apoyan el desarrollo de la salud comunitaria como respuesta a los problemas complejos de salud y bienestar de nuestras poblaciones.

Para mantener un enfoque centrado en la equidad en salud en una revista como la nuestra, no puede olvidarse que las desigualdades en salud son uno de los mayores desafíos a los que nos enfrentamos⁷. Estas desigualdades se ven agravadas por factores sociales, económicos y ambientales persistentes y se traducen en diferencias significativas en la esperanza y la calidad de vida de distintos grupos poblacionales, debidas, en gran medida, a lo que entendemos como las causas de las causas⁸. Por eso vamos a potenciar la publicación de manuscritos sobre las barreras sociales y económicas para la salud, y las oportunidades o amenazas para las estrategias que promueven la justicia social en el ámbito de la salud.

En este contexto, y para esta nueva etapa, tenemos retos para mantener o mejorar la calidad de la Revista Comunidad de la semFYC, y nos comprometemos a:

• Publicar artículos originales sobre investigaciones de calidad, entrevistas, artículos de opinión, protocolos de experiencias, revisiones y colaboraciones especiales sobre los avances más recientes en la promoción de la salud y la salud comunitaria. Para ello buscaremos referenciar temas emergentes y estrategias de intervención basadas en la comunidad. Trabajaremos para el abordaje de monografías temáticas de actualidad y para hacer una revista útil, legible y divertida.
• Promover la colaboración entre profesionales de diversas disciplinas, incluyendo médicos y médicas de familia, enfermeros y enfermeras, trabajadores y trabajadoras sociales, educadores y educadoras, responsables municipales, personal de salud mental o emocional, de las ciencias de la vida y del ámbito académico.
• Apoyar la formación, publicando artículos y recursos formativos, guías prácticas, estudios de caso y materiales didácticos para apoyar la capacitación en el ámbito de la salud comunitaria. Buscaremos, también, la mejor formación de las personas que colaboren en nuestra revista.
• Abogar por el impulso de políticas públicas sobre la salud. Para ello, publicaremos investigaciones y análisis que informen y apoyen el desarrollo de políticas basadas en la evidencia.
• Fomentar la difusión de conocimiento sobre la efectividad de participación comunitaria y la intersectorialidad, destacando iniciativas que involucren activamente a las comunidades en la promoción de su propia salud, ya que reconocemos la importancia de empoderar a los individuos y las comunidades para que tomen decisiones informadas sobre su salud.

Para nuestro propósito contamos con un excelente comité editorial, el motor real de nuestra publicación, y con el equipo de revisión que, de manera solidaria y cooperativa, aportan su mirada rigurosa y resuelven minuciosamente cada detalle del proceso de publicación de los artículos que optan a ser publicados en nuestra revista.

La colaboración y el intercambio de conocimientos son fundamentales para avanzar en nuestra misión. Por ello, invitamos a todos los profesionales, investigadores y miembros de la comunidad interesados en la promoción de la salud y la salud comunitaria a contribuir con sus manuscritos en la construcción de este proyecto.

El comité editorial de la Revista Comunidad está entusiasmado por esta nueva etapa y por el papel que la revista ha desempeñado en la promoción de la salud y la salud comunitaria, con un enfoque renovado en la equidad, la colaboración interdisciplinaria y la difusión de conocimientos basados en la evidencia. Estamos comprometidos en ser un recurso valioso para todos aquellos que se dediquen a la mejora de la salud pública y el bienestar comunitario.

Para llevar a cabo este proyecto tan ilusionante que iniciamos, vamos a necesitar comprender mejor lo que pasa a nuestro alrededor, desde la mirada salutogénica, y tendremos que poderlo manejar y darle un significado positivo.