Introducción
Acompañar el envejecimiento activo es el reto de los centros de salud. La intervención que ha demostrado abordar la soledad no deseada en las personas del territorio mayores de 60 años es la Escuela de Salud de Personas Mayores (ESPM).
Las escuelas de salud son proyectos comunitarios con un bagaje y una evidencia científica ya conocidos y demostrados. Su influencia en la mejora de la calidad de vida de las personas mayores con soledad no deseada es uno de sus grandes beneficios1.
Desde 2008 son varios los barrios de Barcelona que cuentan con una ESPM, con el objetivo de reducir el aislamiento social y la soledad no deseada. Otros objetivos secundarios son mejorar la percepción de apoyo social, aumentar la red social y ampliar los conocimientos sobre el envejecimiento activo.
La Verneda i la Pau es un barrio de Barcelona situado en el distrito de Sant Martí. Es un territorio de nivel socioeconómico bajo, con un índice de sobreenvejecimiento elevado y priorizado en los planes de salud. En 2014 se hizo el diagnóstico de salud y se observó que la soledad no deseada y la pobreza eran los problemas de salud más importantes en las personas mayores. Como respuesta a esta necesidad, se inició la escuela de salud en el barrio de la Verneda i la Pau en 2016.
Se reforzaron alianzas con los diferentes agentes de salud del territorio para crear lo que hoy conocemos como Escuela de Salud de Personas Mayores de la Verneda i La Pau.
Las escuelas de salud son una intervención comunitaria coliderada por diferentes instituciones y con trabajo intersectorial en el barrio donde se implementan. Las instituciones y entidades activas que trabajan en asociación con las ESPM del territorio de la Verneda i la Pau son: el Centro de Atención Primaria (CAP) de la Pau, la Agencia de Salud Pública de Barcelona, los centros cívicos del barrio, las farmacias, los institutos, los servicios sociales, los casales de personas mayores y las asociaciones y fundaciones de la zona que trabajan en el ámbito comunitario.
Objetivos
Objetivo general
Promover el envejecimiento activo y mejorar el estado de salud percibido por las personas mayores de 60 años.
Objetivos específicos
- Aumentar los vínculos sociales para disminuir la soledad no deseada.
- Mejorar la calidad de vida autopercibida.
- Incrementar los conocimientos de salud.
- Conocer los recursos del barrio.
- Mejorar los conocimientos y las habilidades de salud de las personas que participan.
- Aumentar el soporte social y las relaciones entre las personas participantes.
Población diana:
- Personas mayores de 60 años.
- Se recomienda que sean personas sin deterioro cognitivo significativo.
Métodos
Metodología empleada, actores sociales e instituciones participantes. Proceso de intervención y evaluación
Cada año, de febrero a junio, funcionan de manera simultánea tres escuelas de 25 participantes de media, dada la elevada demanda que hay en el barrio. Se hacen semanalmente de forma presencial charlas y talleres gratuitos de hora y media de duración (en total, unas 15-22 sesiones), impartidas por diferentes activos en salud del territorio (profesionales del CAP, servicios sociales, entidades del territorio, farmacéuticos del barrio, cuerpos de seguridad, como la guardia urbana y los bomberos, etc.), con el fin de mejorar el bienestar y los conocimientos de la población diana. Se tratan diferentes temas, que abarcan desde la salud hasta el conocimiento del barrio, temas sociales, lúdicos y/o culturales...
A continuación, describimos la estructura general de una sesión:
- Primeros diez minutos acogida del grupo, donde cada participante puede relatar los acontecimientos de la semana. Aprovechamos para registrar la asistencia y los motivos de las ausencias.
- Diez minutos de relajación guiada. Momento para poner atención y estar preparado para hacer el taller. Habilidad que pretende ser extrapolable al día a día.
- Una hora de taller participativo dinamizado por diferentes activos del barrio. Ejemplos de metodología: coloquio-debate posterior al visionado de fragmentos de vídeos, talleres teórico-prácticos, ejercicios de fortalecimiento, gamificación de distintos temas, discusiones por grupos, etc.
Ejemplos de temas a tratar: alimentación, salud de forma holística, primeros auxilios, la muerte, prevención de caídas, voluntades anticipadas, envejecimiento activo, el sueño, la memoria, sistemas de dispensación de medicamentos personalizados, sexualidad, etc.
Los participantes se seleccionan una vez derivados por los diferentes agentes de salud. Los referentes de comunitaria valoran la idoneidad de la inclusión en la intervención siguiendo los criterios definidos a posteriori.
Los criterios de inclusión son:
- Personas mayores de 60 años.
- Presentar soledad no deseada.
- Querer participar en actividades grupales.
Los criterios de exclusión son:
- Enfermedades neurodegenerativas que impidan participar en las actividades grupales.
- Barrera idiomática.
Una vez seleccionados los participantes, los referentes de comunitaria les informan telefónicamente de que han sido incluidos en la intervención.
El primer y último día de la intervención se pide a los participantes que rellenen un cuestionario sobre calidad de vida y aislamiento social para evaluar el programa, fruto de la unión de varios cuestionarios validados. Al finalizar el período de intervención, se lleva a cabo una sesión participativa de evaluación cualitativa donde se registran los temas de interés para la siguiente edición.
A su vez, como evaluación de proceso, se hace el registro semanal de asistencia y evaluación cualitativa de la actividad realizada.
Resultados
En las tres ESPM de la Verneda i la Pau hay un total de 75 personas inscritas y la media de asistencia es de unas 18 personas por escuela.
En general, los participantes muestran una elevada satisfacción con las ESPM. Como aspectos positivos de las escuelas, destacan la relación con los compañeros y sentirse escuchados. Los beneficios percibidos por las personas participantes tienen que ver con romper la dinámica de estar en casa, conocer las actividades del barrio y relacionarse con otras personas sintiendo que pertenecen a una comunidad2.
A la pregunta de evaluación de qué se llevan de la escuela que se les hace el último día, algunas frases que se repiten a lo largo de los años son:
- «Estar en la escuela de salud me ha cambiado la vida».
- «Los martes, gracias a la escuela de salud, salgo a la calle para ver a mis compañeras».
- «En las escuelas de salud he aprendido mucho, cosas de alimentación, de salud, de incendios…».
- «Desde que voy a la Escuela de Salud hago otras actividades en el barrio».
La principal barrera de participación en la escuela son motivos de salud (visitas médicas) y tareas cuidadoras (esta es una información que se recoge sistemáticamente en el control de asistencia semanal).
Como aspectos negativos, las personas participantes referencian que a veces se repiten contenidos, y como propuesta, señalan que les gustaría aumentar el número de sesiones, hacer más salidas y llevar a cabo alguna sesión de salud más específica (por ejemplo, sobre duelo).
Discusión
Las ESPM influyen en la calidad de vida de las personas que asisten, ya que incrementan sus conocimientos, habilidades para el autocuidado y hábitos relacionados con la salud. Estos resultados concuerdan con los de otras experiencias que también tienen efectos positivos para las personas que participan en ellas y que están dirigidas a mejorar la calidad de vida y reducir el aislamiento en personas mayores3.
Además, el hecho de que sean actividades grupales hace que las personas aumenten sus contactos sociales y disminuyan su sentimiento de soledad. El resultado es la mejora física, psicológica y social de quienes participan, que va en la línea de otras experiencias que apuntan a que las personas mayores con vínculos sociales tienen mejor salud y más capacidad de afrontamiento, y que la participación en actividades de ocio y la interacción social incrementan la función cognitiva y proporcionan apoyo emocional4.
Por otra parte, como se trabajan los vínculos con la comunidad y el conocimiento del territorio, las personas mayores de la escuela de salud aumentan la cohesión y el capital social del barrio.
Un aspecto que mejorar de las ESPM de la Verneda i la Pau sería la posibilidad de poder ir rotando de espacios donde se hacen las sesiones para poder acercar los diferentes recursos del territorio a las personas mayores de la escuela de salud.
Lecciones aprendidas
Las escuelas de salud son espacios sanadores que mejoran la calidad de vida de todas las personas que participan al compartir conocimientos y experiencias, y que dotan de herramientas curativas, útiles y sencillas para el día a día. Generar puntos de encuentro en el barrio enriquece y aporta salud más allá de los centros sanitarios.
Salir a la calle, hablar de igual a igual, fomentar las redes de apoyo y estar vinculado en red fortalece socialmente y cura heridas de vida.
Apostar por la acción comunitaria en esencia es apostar por la salud en todas sus dimensiones.
MARIA DE LOS ANGELES JORGE CAO
16-09-24
No conozco, desafortunadamente , escuelas de salud para personas mayores. Buscaría experiencias en las propias escuelas de salud del Ayuntamiento de Barcelona.