Paula Tagle Hernández. Especialista en Medicina Familiar y Comunitaria. Centro de Salud Mejorada del Campo. Mejorada del Campo, Comunidad de Madrid
Para contactar:
Paula Tagle Hernández: paulatagle_@hotmail.com
Resumen
Fundamentos: en el año 2013 tuve la oportunidad de trabajar en el sistema de salud polaco durante 2 semanas como residente de Medicina Familiar y Comunitaria.
Metodología: el programa de intercambio Hippokrates, aprobado y avalado por WONCA Europa y por la Asociación Europea de Tutores de Medicina de Familia, coordinó mis prácticas en Cracovia (Polonia).
Resultados: pude familiarizarme con el funcionamiento de diversos centros de salud, con la organización del sistema de salud polaco, con programas de medicina preventiva y de promoción de la salud, así como con la actual situación de la Medicina Familiar en Polonia.
Conclusiones: el conocimiento de otros sistemas de salud europeos te facilita una perspectiva para mejorar tu propio sistema sanitario. A pesar de la situación económica actual, debemos ser optimistas y creer en la posibilidad de cambio, como lo hacen los médicos polacos.
Palabras clave: promoción de la salud, Atención Primaria, Polonia.
Training report from the Hippokrates exchange programme in Krakow: primary health care in Poland
AbstractBackground: I had the opportunity to work in the Polish healthcare system for two weeks, as a general practitioner trainee.
Methods: The Hippokrates Exchange Programme, supported by WONCA Europe and by the European Academy of Teachers in General Practice, hosted my practice in Krakow, Poland.
Results: During practice I familiarized myself with the daily working process of several health care centers, with the way the Polish healthcare system is organized, with active preventive programs and health promotion activities, and with the current state of family medicine in Poland.
Conclusions: The knowledge of other European healthcare systems provides us with a perspective for the improvement of one’s own healthcare system. Despite the current economic situation, we should be optimistic about the possibility for change, as many Polish doctors are.
Keywords: health promotion, primary care, Poland. |
Introducción
Mi primer contacto con el sistema polaco de salud fue en el año 2006. Pasé 9 meses en Varsovia, la capital, como estudiante de Medicina. Era mi último año de carrera, y todas las prácticas las tuve en grandes hospitales: general, pediátrico, ginecológico y psiquiátrico.
En 2013 tuve la oportunidad de adentrarme de nuevo en el sistema de salud polaco durante 2 semanas, esa vez como residente de Medicina Familiar y Comunitaria. Antes de llegar me preguntaba cuánto habría cambiado el sistema sanitario en los últimos años. Al llegar, me di cuenta de que en realidad era mi primer contacto con la Atención Primaria en Polonia.
Objetivos
El objetivo del Programa Hippokrates es fomentar el intercambio y la movilidad de los médicos residentes de Medicina Familiar y Comunitaria, proporcionándoles una perspectiva más amplia de los fundamentos de esta especialidad médica. Los participantes del programa tienen la ocasión de conocer mejor la Medicina Familiar y Comunitaria en Atención Primaria de los países europeos que participan en el programa. Dicha experiencia está diseñada para animar a los residentes y jóvenes médicos de familia a ser protagonistas en el desarrollo de la Medicina Familiar europea a todos los niveles1.
Metodología
El programa es una rotación acreditada por WONCA, aprobada y avalada por EURACT (Asociación Europea de Tutores de Medicina de Familia) y por la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC)1.
La coordinadora nacional polaca fue mi tutora durante la estancia, coordinó las actividades que atendí en el programa de prácticas y me ayudó a evaluar la experiencia al final de la rotación.
Resultados
Mi primera rotación fue en el centro de salud de Nowy Wiśnicz, un pequeño pueblo a casi 50 kilómetros de Cracovia (figura 1).
Me sorprendí al llegar a admisión y encontrarme a las enfermeras, que me dijeron: «Aquí tienes que trabajar como enfermera, secretaria y limpiadora al mismo tiempo, si tú no lo haces, no hay nadie más». Este es un centro público, pero no es muy distinto en las clínicas privadas (figura 2). Fue la primera gran diferencia que encontré con mi centro de salud, en el que hay personal diferente para ejercer estas funciones, como en la mayoría de los centros españoles.
Al igual que en otros centros polacos, todo está siempre estrictamente ordenado y limpio. En la sala de espera de pediatría, a veces silencio, a veces voces de niños, pero el sentimiento es el de que la gente en general es más paciente, a diferencia del centro en el que trabajo en Madrid. Aquí, si caes enfermo, al menos tendrás que pagar por la mayoría de los tratamientos (a no ser que tengas un cáncer), a veces tendrás que pagar parte de los análisis de sangre (¿cómo tratar problemas tiroideos si únicamente está financiada la hormona tiroestimulante [TSH], y no la T4?), o incluso por la consulta con el especialista, si no quieres esperar muchos meses2. Aunque en nuestro país haya tratamientos y pruebas que están dejando de financiarse, hoy en día todavía tenemos muchos más recursos que en Polonia3.
Durante la consulta, los pacientes me sonríen cuando Anna, la coordinadora nacional del programa europeo Hippokrates y mi tutora aquí, les explica que soy una doctora que viene de España. La mayoría de los adultos no hablan inglés; algunos solo tuvieron la oportunidad de aprender ruso en el colegio. Afortunadamente, aún recuerdo algo de polaco de mis clases durante el Erasmus: «Mi hijo tiene fiebre, ¿podrías venir a casa a examinarlo?», «¡Me ha picado una garrapata!», «Estoy preocupada por mi padre, cada día está más mayor y enfermo», «Me gustaría dejar de beber tanto alcohol», «Doctora, ¿podría enviarme un mes a un sanatorio? Este dolor de huesos me está matando». Se detectan algunos problemas de salud similares a los de mi centro en Madrid; además de las consultas, también tienes que acudir a los domicilios, pero es cierto que existen diferencias en la prevalencia de distintas enfermedades infecciosas, cáncer de colon, abuso del alcohol o tasa de suicidios, lo que requiere adaptar los programas comunitarios y de prevención de la salud4. Impresiona la manera en que los facultativos son capaces de resolver problemas de salud en un país con tan pocos recursos, a diferencia de los nuestros. Ante este panorama me surgen preguntas: «¿Acaso puedo cambiar algo en mi forma de trabajar, ahora en momentos difíciles? ¿Es posible encontrar o considerar alternativas para resolver problemas médicos en épocas de crisis?».
Durante las prácticas en otro centro de salud, esta vez en uno de Cracovia, pude conocer los distintos programas de prevención de la salud nacionales: no solo programas de prevención de cáncer de mama o cáncer de cuello uterino como tenemos en España, sino también prevención de cáncer de colon (se realiza una colonoscopia a todos los pacientes entre 40 y 65 años, al menos cada 5 años, algo no implantado en nuestro sistema de salud); en la población general, se realiza prevención de tabaquismo, hábito enólico, se fomentan la alimentación saludable y el ejercicio físico; los programas de vacunación en el niño incluyen la del bacilo de Calmette y Guérin (BCG), vacuna no incluida en nuestro calendario; la mayoría de las vacunas están financiadas por el Sistema Nacional de Salud (figura 3).
Cada centro de salud desarrolla intervenciones comunitarias locales. En general, el personal de los centros no tiene mucho tiempo libre, pues hay muchos pacientes y poco personal facultativo y de enfermería, pero siempre se encuentra un hueco para promoción de la salud en las escuelas y en los barrios. En el centro en el que estuve, uno de los principales programas de Medicina Comunitaria se realizaba con los centros educativos locales; el personal de enfermería tiene un gran peso en este programa, y, acompañado por un facultativo, realiza campañas de prevención de la obesidad, alcoholismo y tabaquismo en las escuelas del barrio, todo esto en coordinación con el personal de las escuelas y las asociaciones de padres. Además, juntos tratan de detectar y abordar los principales problemas de salud en la población infantil.
También asistí a una campaña especial en Lublin, una ciudad polaca ya en la frontera con Ucrania. Varios estudiantes de Medicina, personal médico, de farmacia y dentistas salen a las calles cada año para llevar a cabo una campaña de promoción de la salud durante un día llamado «de la Bata Blanca». En concreto, los estudiantes de Medicina ofrecían a los ciudadanos realizarles una toma de tensión arterial gratuita en la calle, y les preguntaban seguidamente acerca de los problemas de salud que más les preocupaban; se pretendía realizar campaña de prevención de riesgo cardiovascular, así como animar a la población local a participar en proyectos comunitarios. Son ejemplos de campañas que se realizan también en otras ciudades polacas, apoyadas por las universidades, por centros sanitarios y por organismos municipales locales (figura 4). En Polonia hay un fuerte sentido de comunidad y un moderado nivel de participación ciudadana; existen alrededor de 3.000 asociaciones y fundaciones cuyo fin principal es la salud; por lo general, son organizaciones a cargo de ciudadanos comunes, aunque es necesaria la ayuda de las instituciones públicas para alcanzar objetivos sanitarios5.
Tuve la oportunidad de conocer parte del profesorado de la Universidad de Cracovia. Son especialistas en Medicina Familiar que trabajan en el centro de prácticas de Medicina Familiar (Praktyka Grupowa Lekarzy Rodzinnych de la calle Bocheńska), están obligados a participar en actividades docentes de posgrado al terminar la licenciatura6.Me parece una idea brillante introducir la Medicina Familiar como asignatura en los estudios de Medicina (empiezo a pensar que debería sugerir la idea a algunas universidades de mi país).
Algunos de estos médicos trataron de explicarme la situación actual de la Medicina Familiar en Polonia; durante las reuniones, escucho atentamente mientras tomo otra taza de té, intentando entender el complicadísimo sistema sanitario actual. No es fácil de explicar: un sistema público mezclado con empresas privadas que compran ciertos centros de salud al gobierno local para ayudar en la financiación7, y al mismo tiempo cada vez más empresas privadas que se anuncian en los medios de comunicación y ofertan sus servicios a los pacientes que tienen algo de dinero; el 10% del dinero público destinado a sanidad, para Atención Primaria, y el resto para la medicina especializada (antes era el 7%); 2,2 médicos por cada 1.000 habitantes en 2010, una de las tasas más bajas de facultativos per cápita de Europa (3,8 en España y 6,1 en Grecia, según los últimos datos del Heath at a Glance-OECD 2012)8.
A pesar de los problemas políticos y la difícil situación económica desde hace años, reconforta escuchar a estos facultativos, preocupados, pero optimistas, luchadores, con grandes expectativas y esperanzas. Claramente, me han transmitido que todo cambio es posible si estás abierto, motivado, si actúas y trabajas por ello.
Discusión
Después de este intercambio, tuve una reunión con mi equipo de trabajo en España para presentar las actividades y experiencias compartidas durante mi estancia en Polonia, tratar de responder a las diversas incertidumbres surgidas y explicar algunas nuevas ideas. En países como Polonia se exploran cambios para enriquecer y desarrollar el sistema de salud9. «¿Y nosotros?, ¿cómo podemos mejorar nuestro propio sistema de salud? ¿Qué podemos aportar desde nuestro puesto de trabajo?»
Podemos educar a la población para intentar asumir los cambios socioeconómicos y su impacto en la salud general y el sistema sanitario. En Polonia han tenido escasez de recursos mucho tiempo, la población está sensibilizada con las limitaciones del sistema sanitario y colabora activamente con los facultativos en el buen funcionamiento del mismo. Debemos valorar los recursos de que disponemos actualmente, intentar encontrar soluciones para trabajar con lo que tenemos y tratar de reducir las desigualdades dentro de lo posible. En nuestro país, podría ser interesante tratar de involucrar más a la población en la participación activa y el desarrollo de los programas comunitarios, por ejemplo saliendo a la calle desde los centros de salud, con jornadas coordinadas con organismos locales.
Otro de los objetivos tendría que ser buscar y proponer cambios asequibles desde la organización interna en nuestro centro. En Polonia, la buena organización es un pilar fundamental de muchos centros sanitarios. Una buena coordinación entre personal sanitario y administrativo en el centro mejoraría la asistencia. También enriquecería el sistema una mayor coordinación de nuestro centro con el resto de especialistas del área, con los diferentes organismos y entidades locales, así como con las administraciones y organismos superiores.
Creo que es importante potenciar la creatividad en nuestro trabajo y compartir nuestras limitaciones. Veo fundamental recordar que no estamos solos, existen múltiples asociaciones de médicos generales en España y en Europa a las que acudir ante incertidumbres y dudas diversas; la mayoría de los centros de salud polacos se enriquecen de las experiencias de intercambio con estudiantes y médicos de familia extranjeros. El Programa Hippokrates también recibe facultativos en nuestro país, y acoger estas experiencias en nuestro centro como ya se ha hecho en otros centros españoles nos abriría puertas para el desarrollo de la Medicina Familiar y Comunitaria.
Agradecimientos: Me gustaría dar las gracias a mi coordinadora polaca Anna Pawelec, fue una perfecta mentora durante mi estancia en Polonia y me guió a través del sistema de salud polaco. Así mismo, me introdujo en WONCA Europa y el Movimiento Vasco Da Gamma y me animó a colaborar en actividades a nivel europeo; ella es la que más me ha motivado para trabajar por una Medicina Familiar y Comunitaria mejor en España y en Europa.
También quiero dar gracias al Movimiento Vasco Da Gamma por darme la oportunidad de conocer cómo funciona la Medicina Familiar y Comunitaria en otros países de Europa; espero poder colaborar con el grupo europeo de médicos de familia en el futuro.
Bibliografía
- Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria. Programa Hippokrates [Internet]. Madrid: SEMFYC; 1983-2014 [actualizado 25 junio 2013; citado 24 septiembre 2013]. Disponible en: http://www.semfyc.es/organizacion/grupos_wonca_europa/PROGRAMA+HIPOCRATES/
- European Observatory on the Health Systems and Policies. Poland health system review. Health Syst Transit [Internet] 2011 [citado 11 agosto 2013];13(8):1-193. Disponible en: http://www.euro.who.int/__data/assets/pdf_file/0018/163053/e96443.pdf
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- Piotrowicz M, Cianciara D. Associations and foundations in the field of health care and their role in the health system of Poland. Przegl Epidemiol [Internet]. 2013 [consultado el 14 de febrero de 2014];67(1):63-8, 145-9. Disponible en: http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/23745378
- Polish healthcare system: medical education [Internet]. Warsaw: Ministry of Health; 2013 [citado 11 agosto 2013]. Disponible en: http://www.mz.gov.pl/wwwmzold/index?mr=m0&ms=&ml=en&mi=535&mx=0&mt=&my=464&ma=5168
- Chawla M, Berman P, Kawiorska D. Financing Health Services in Poland: New Evidence on Private Expenditures. Health Econ. 1998 Jun [consultado el 14 de febrero de 2014].;7(4):337-46. Disponible en: http://www.hsph.harvard.edu/ihsg/publications/pdf/No-65.PDF
- Health at a Glance: Europe 2012. Paris: OECD Publishing; 2012 [citado 14 febrero 2014]. Disponible en: http://dx.doi.org/10.1787/9789264183896-en
- Boulhol H, Sowa A, Golinowska S, Sicari P. Improving the Health-Care System in Poland. OECD Economics Department Working Papers, No. 957, OECD Publishing; 2012 [consultado el 14 de febrero de 2014]. Disponible en: http://www.oecd-ilibrary.org/economics/improving-the-health-care-system-in-poland_5k9b7bn5qzvd-en