Entrevista

Entrevista a Javier Carrasco Rodríguez, presidente de la Federación de Asociaciones de Enfermería Comunitaria y Atención Primaria

. Enfermera comunitaria. UAP Zaramaga. Osakidetza. Presidenta de la Subcomisión de Enfermería de la Unidad Docente de Atención Familiar y Comunitaria de Álava

Sheila Sánchez Gómez. Enfermera comunitaria. UAP Zaramaga. Osakidetza. Presidenta de la Subcomisión de Enfermería de la Unidad Docente de Atención Familiar y Comunitaria de Álava

 

Para contactar:

Sheila Sánchez Gómez: sheilasag@yahoo.es

 


 

Figura 1. Javier Carrasco durante la entrevista
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Javier Carrasco Rodríguez. Enfermero comunitario en el consultorio local de la población de Nambroca (Toledo). Servicio de Salud de Castilla-La Mancha. Presidente de la Federación de Asociaciones de Enfermería Comunitaria y Atención Primaria

 

Javier Carrasco Rodríguez, nacido en Toledo, actualmente trabaja como enfermero familiar y comunitario, en el Consultorio Local de Nambroca (Toledo), el cual pertenece a la Zona Básica de Salud de Santa María de Benquerencia.

 

Es diplomado en Enfermería por la Universidad Complutense de Madrid (Escuela de Enfermería de San Rafael), y a lo largo de su carrera profesional ha desempeñado puestos de responsabilidad como enfermero asistencial y como gestor en el ámbito de Atención Primaria.

 

Así mismo, es diplomado superior en Gestión de los Servicios de Enfermería, por la Escuela Nacional de Sanidad, y diplomado en Salud Laboral en Atención Primaria, por la Escuela Nacional de Medicina del Trabajo, y forma parte del grupo de trabajo creado para el desarrollo de los planes de cuidados estandarizados en la cartera de servicios de Atención Primaria del extinto Insalud. Durante 15 años ha sido director de Enfermería de la Gerencia de Atención Primaria de Salud de Toledo.

 

De su experiencia investigadora destaca su participación como investigador en el Proyecto Multicéntrico sobre Prostitución y Sida, del Instituto de Salud Carlos III. Ha publicado varios artículos científicos, entre los que cabe mencionar: «Consejos sanitarios y cumplimiento de los mismos en pacientes hipertensos» y «Grado de control y atención a los pacientes con hipertensión en el Área de Salud de Toledo».

 

Como docente, cabe destacar su trabajo en la Escuela Universitaria de Diplomados de Enfermería de la Universidad de Castilla-La Mancha y en la Escuela Nacional de Sanidad en la Diplomatura Superior de Gestión de Servicios de Enfermería. También ha participado como profesor en el Máster Universitario en Gerontología Clínica y Social impartido en la Universidad de Santiago de Compostela.

 

♦ En el último congreso organizado por la Federación de Asociaciones de Enfermería Comunitaria y Atención Primaria (FAECAP), muchas de las comunicaciones estaban centradas en el ámbito comunitario. Se expusieron experiencias de trabajo intersectorial, participativo, orientadas hacia los colectivos más vulnerables, etc. ¿Qué implicaciones tiene desarrollar un enfoque comunitario de la salud en el contexto actual de crisis, envejecimiento, cronicidad y desigualdad?

 

Durante el congreso, pudimos conocer algunas experiencias comunitarias que se encontraban centradas en las necesidades reales de la ciudadanía. Es decir, que se alejaban del enfoque clásico de la promoción de la salud, donde es el profesional, desde un paternalismo protector el que decide dónde o sobre qué área intervenir. Estas intervenciones, como digo, emergen desde la partición y el diálogo y es cuando resultan significativas para la población.

 

Nos hemos dado cuenta de que este enfoque comunitario participativo, dialógico e intersectorial fomenta una atención más igualitaria en pro de la disminución de las desigualdades sociales que se están incrementando en el contexto actual de crisis. Por lo tanto, son una estrategia útil para el abordaje de la desigualdad desde los diferentes sectores implicados: salud, educación, social, etc.

 

Además de lo anterior, el enfoque comunitario facilita una Atención Primaria más integral e integrada donde se coordinan intervenciones y se optimiza la utilización de recursos, evitando duplicidades en los servicios, por ejemplo.

 

Por último, señalar, y cada vez tenemos más evidencias de ello como muestran las experiencias compartidas en el congreso, que la atención comunitaria mejora la calidad de vida y tiene resultados positivos en salud de las personas, especialmente en los colectivos más vulnerables. El fomento del autocuidado y el empoderamiento emergen como claves para avanzar hacia una intervención comunitaria sólida, centrada en las necesidades de los colectivos.

 

♦ En la actualidad, la enfermería se encuentra liderando intervenciones de promoción y educación de la salud, como son los programas de atención a los cuidadores o al paciente-experto. ¿Qué papel desempeñan los profesionales de enfermería en el impulso y desarrollo de estas intervenciones?

 

Realmente nuestra profesión está teniendo un papel importante en el área de educación y promoción de la salud. Son innumerables las intervenciones que se están llevando a cabo en todas las comunidades autónomas de España. Según la encuesta realizada hace aproximadamente 6 meses, donde se solicitaba a las asociaciones que constituyen FAECAP que nos informaran de las actividades que se están realizando en relación con intervenciones comunitarias, estamos trabajando en todos los ámbitos: escuela, institutos, actividad física, paciente crónico, paciente experto, cuidadoras, etc.

 

Tradicionalmente, los profesionales de enfermería hemos sido los impulsores de este tipo de trabajo y hemos desarrollado programas de educación dirigida a nuestra comunidad. A pesar de todo ello, en algunas ocasiones, nuestro liderazgo y visibilidad han permanecido ocultos. Debemos saber o aprender a desarrollar un liderazgo compartido, donde los ciudadanos vayan adquiriendo un mayor protagonismo y mucha más participación.

 

Estaríamos hablando de que, en promoción de la salud, el empoderamiento para la salud es un proceso mediante el cual las personas adquieren un mayor control sobre las decisiones y acciones que afectan a su salud. Se establece una distinción entre el empoderamiento para la salud del individuo y el de la comunidad. El empoderamiento para la salud individual se refiere principalmente a la capacidad del individuo para tomar decisiones y ejercer control sobre su vida personal. El empoderamiento para la salud de la comunidad supone que los individuos actúen colectivamente, con el fin de conseguir una mayor influencia y control sobre los determinantes de la salud y la calidad de vida de su comunidad.

 

En otro orden de cosas, aunque ya existen evidencias de la efectividad de las intervenciones en promoción de la salud y educación a la población en materia de salud, debemos insistir en demostrar aún más, que este tipo de trabajo es una inversión en salud, por eso es tan importante que sigamos evaluando las intervenciones e investigando sobre ello.

 

♦ ¿Cómo se está trabajando desde FAECAP para impulsar estas intervenciones y el desarrollo del enfoque comunitario?

Desde nuestra federación tenemos muy claro cómo ha de desarrollarse este enfoque comunitario porque así nos lo marcan nuestras competencias en el desarrollo del marco formativo de la especialidad en enfermería familiar y comunitaria.

 

Como primera actuación, debemos aplicar modelos conceptuales para la práctica de enfermería en el ámbito familiar y comunitario. Establecer una comunicación efectiva y una relación terapéutica con pacientes, familias y grupos sociales.

 

También hemos de seguir avanzando en técnicas diagnósticas y terapéuticas especialmente relacionadas con la prevención y el control de enfermedades crónicas más prevalentes y planificar, dirigir, desarrollar y evaluar, junto a otros profesionales y especialistas, programas de atención en el ámbito familiar y comunitario, y también de la gestión, liderazgo y desarrollo de la atención comunitaria y familiar desde la perspectiva de la seguridad del paciente, basando todo ello en la gestión de casos.

 

Estas serían las grandes líneas que estamos trabajando en cuanto al enfoque comunitario, pero, a nivel más local, se desarrollan grupos de trabajo desde las sociedades regionales de enfermería.

 

También considero importante el que hagamos un gran esfuerzo en el fomento de la difusión de trabajos en congresos y publicaciones científicas.

 

En cuanto a esto último, como federación científica que somos, esta difusión debe ser prioritaria en nuestros objetivos. No debemos olvidar que el desarrollo y afianzamiento de cualquier disciplina científica ha sido impulsada gracias a la investigación, que es la que ha permitido crear un cuerpo de conocimiento propio. Así ocurre en nuestra profesión, donde la investigación debe ser una herramienta esencial para ofrecer cuidados de calidad a nuestros ciudadanos. Resulta imprescindible a todos los niveles asistenciales y para todos los profesionales sanitarios. Pero no cabe duda de que el desarrollo de la investigación no es fácil, se encuentra con bastantes obstáculos y no es un camino sencillo. Nuestra profesión, como disciplina científica, tiene un corto bagaje, por tanto tenemos que reconocer un atraso académico y de formación con respecto a otras disciplinas. El tiempo dedicado institucionalmente por profesionales de enfermería a investigar es mínimo, por no decir inexistente en la mayoría de las ocasiones. La falta de motivación y el aislamiento serían otros factores que dificultan esta competencia.

Por ello, debemos establecer estrategias para fomentar la investigación. Desde nuestra federación se debe convertir en señal de identidad para las enfermeras y enfermeros del ámbito de Atención Primaria.

 

♦ ¿Cómo podemos desde las sociedades científicas motivar el desarrollo de este tipo de intervenciones?

 

Desde nuestra federación vamos a seguir participando y colaborando en las políticas sociales y estrategias sanitarias que el Ministerio de Sanidad, Política Social e Igualdad tiene abiertas a sociedades científicas. Sobre todo nuestra participación debe dirigirse a intervenciones referidas a la prevención de la enfermedad y la promoción de la salud. Por otra parte, debemos formalizar alianzas de trabajo con otras sociedades científicas y colegios profesionales, creando redes de trabajo entre todos los actores implicados, ciudadanos también, con las mismas inquietudes.

 

Debemos impulsar y apoyar a todos los grupos de trabajo que FAECAP tiene en desarrollo. Es mucho el esfuerzo desinteresado de los componentes de esos grupos, por lo tanto, desde nuestra Junta Directiva, tenemos que relanzar y apoyarlos a todos, siendo este uno de nuestros objetivos prioritarios.

 

Otro de los aspectos motivadores es contar con nuestra propia revista científica, Enfermería Familiar y Comunitaria, un compromiso que teníamos con nuestros asociados. Esta publicación, donde los profesionales pueden publicar sus proyectos de ámbito comunitario, tiene una doble finalidad: la de ofrecer a nuestros asociados una publicación científica y la obtención de créditos de formación continuada.

 

Además de lo anterior, la estructura de federación nos permite ofrecer jornadas científicas al nivel autonómico, siendo cada asociación la responsable de su organización. El objetivo de estas jornadas, al igual que el del Congreso Nacional que FAECAP organiza bianualmente, es el fomento de la investigación científica y la difusión del conocimiento relacionado con el ámbito comunitario.

 

Por último, señalar que sería una reivindicación por parte de nuestra federación el que las intervenciones comunitarias ocuparan un espacio real en la cartera de servicios, lo que implica reconocer tiempos de trabajo y espacios para su desarrollo.

 

Puedes encontrar más información sobre la FAECAP en http://www.faecap.com/

 

Comunidad. 2015;17(1):

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Sánchez Gómez S. Entrevista a Javier Carrasco Rodríguez, presidente de la Federación de Asociaciones de Enfermería Comunitaria y Atención Primaria. Comunidad. 2015;17(1).

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